Para Pez Amarillo, Knot, Shina Yumeno y aquellos que son verdes.
Para ti o para mí.
Para ellos.
En mi corazón están,
su hueco conservarán,
siempre, no se permite dudar.
Durante mucho tiempo han formado mi norte, mi sur y han redireccionado la aguja oxidada de mi brújula.
Ellos y ellas.
Mayores y pequeños.
Altos y bajos,
risueños,
cansados,
tristes,
enfadados,
destrozados.
No, no, no.
Disculpa mi error, tendría que haber dicho humanos. Con su derecho a llorar, a gritar, pedir, rebatir, negociar, a ganar la batalla.
Ante todo son luchadores.
Se de lo que hablo, se lo que digo.
Probablemente muchos no me crean,
duden, o confíen.
Lo siento, pero esta vez no hay un no,
tengo la razón, y tú única opción es creerte mi lección.
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