Feliz negligente.


Mi día del padre se lo llevó un camión,
siete años comprando tabaco,
tres fueron para los americanos,
el tiempo siempre fue más alto que yo.

Espera a ser en ángel caído que salve,
qué tras once años no vuelve a nacer.
Entonces vinieron las culpas, el perdón,
aquel ente llamado desesperación.
No habrá compensación material,
ni moneda existente,
que calme el grito adolescente.

Feliz día mamá, porque siempre has sido ambos, y nunca has estado sola.
Feliz día abuela, que fuiste más padre que el mío.
Feliz día tía, sin ti muchas veces no habría salido.

Tengo padre, que no ejerce, que no fue,
y no es,
tengo madre que ha sido siempre por todos.
Tres mujeres me cuidaron,
tres señoras me enseñaron,
apacigua al huracán de llanto que arrasa con el campo.

Entonces hoy, ¿a quién tengo que dedicar mi amor? ¿Al ente ausente o al cariño presente?

Comentarios

Entradas populares